Perú - Naylamp indignado

Por Alfonso Miranda Eyzaguirre

22 Oct 2022

Expreso, Lima

https://www.expreso.com.pe/opinion/naylamp-indignado/

Naylamp, personaje mitológico peruano, habría desembarcado en la playa de la Caleta San José, en caballitos de totora. Construyó un templo al que llamaron Chot, en el que depositó un ídolo de jade verde que lo representaba, denominado Yampallec, origen del nombre Lambayeque. La divinidad estaría también simbolizada en el tumi de oro o cuchillo de Íllimo y la máscara funeraria de Batán Grande. De esa cantera provienen los curtidos hombres de mar que hoy habitan esas tierras, quienes proporcionan más de 11 mil toneladas anuales del pescado que consumen los peruanos.

A pesar de la importancia histórica de la localidad y la trascendencia de su contribución a la seguridad alimentaria, sus pescadores son sempiternos luchadores contra condiciones adversas, falta de atención del Estado, desidia y no pocas veces, víctimas de la corrupción. Para hacerse a la mar, no solo debían enfrentarse a los peligros y vicisitudes que los océanos implican, sino que carecían de una infraestructura básica para labores de zarpe, arribo, desembarque de pescado, mantenimiento de sus naves, etc. Hasta hoy deben lanzar al agua sus embarcaciones apoyados por maquinaria pesada que, como suele ocurrir con los activos estatales, muchas veces se encuentra inoperativa. Ante ello, los curtidos trabajadores de la pesca deben usar su propia fuerza para estas labores. Una vez más, se enfrentan a una pared de insensibilidad e insensatez.

En 2014, se firmó un contrato por casi 11.5 millones de dólares para construir un Desembarcadero Pesquero Artesanal que contaría con un muelle de 950 metros de longitud, cabezo de 50 metros de largo, plataforma baja de 50 metros, productor de hielo, cámaras frigoríficas, patio de maniobras, etc. Parecía que la modernidad visitaba estas costas milenarias. La realidad sería muy opuesta. El perito hidrográfico Jimmy Díaz Bailly considera que se procedió inadecuadamente en este proyecto ya que no se realizó el modelamiento matemático numérico, ni un sistema de cálculo de transporte de sedimentos. Hoy vemos que, absurdamente, la mayor parte del puente de acceso está completamente arenado. La edificación, que debió tomar 18 meses, demoró injustificadamente hasta septiembre de 2020, pero no cumplió con los fines para los que se concibió, ya que casi todas las faenas se siguen realizando en las mismas precarias condiciones de antes.

En pleno proceso de la obra se observó la presencia de un estrato de roca bajo la arena, lo que impidió continuar con el hincado de pilotes. Luego de una dilatada paralización y el correspondiente incremento presupuestal, se concluyó la construcción, pero el drama para la pesca artesanal continúa invariable. La plataforma inferior es muy alta para los botes pequeños a las que debería atender. Las defensas, son insuficientes y ponen en peligro a las embarcaciones y al propio muelle. En la parte alta también se dan inconvenientes para las naves mayores que deben trabajar con grúas. El ancho es insuficiente para las maniobras de camiones. La falta de agua y saneamiento impiden la operación del productor de hielo y el cumplimiento de normas sanitarias. Según el combativo dirigente Mario Fiestas Flores,

“Solo se puede acoderar, con muchos problemas, en el lado norte del muelle y prácticamente en otoño e invierno, es imposible operar por la fuerza del mar. Eso pasa cuando no se consulta al pescador”, agregó.

San José sigue padeciendo a un Estado indiferente y despreocupado de su bienestar. Los dineros de nuestros impuestos se dilapidan y benefician a oscuros intereses. Naylamp, convertido en ave, como asegura el mito, debe sobrevolar indignado sobre este casi inservible monstruo de cemento.